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Unidad y urgencia en los Industry Days 2025

Los ponentes de los Industry Days aseguran que la UE debe aprovechar sus ventajas estructurales (mercado único, red comercial, estado de derecho) para mejorar competitividad industrial.

Se reclama simplificación normativa, reducción de costes regulatorios y apuesta por talento e innovación digital.

La seguridad y la industria de defensa emergen como pilares estratégicos para una reindustrialización sostenible y geopolíticamente sólida.

Los EU Industry Days 2025 se han celebrado en Polonia en el marco de la presidencia polaca del Consejo de la UE, y ha sido el espacio para reunir a altos cargos de la UE, profesionales del sector industrial y expertos para debatir la estrategia industrial europea. Los temas clave fueron la competitividad, la digitalización y la defensa. Se puso énfasis en construir un toolkit de políticas que permitan a la industria europea invertir, innovar y competir mundialmente. El objetivo era definir cómo aprovechar las ventajas fundamentales de la UE (mercado único, marco jurídico estable, etc.) y, al mismo tiempo, eliminar barreras que lastran la competitividad industrial.

Ventajas competitivas de la UE

Los ponentes recordaron que la UE es la segunda mayor economía mundial. Con más de 160 millones de consumidores, y a su vez, tiene la mayor red de acuerdos comerciales: más de 40 tratados con más de 70 países o regiones. Otros factores estructurales que refuerzan la competitividad de la UE son la economía orientada al comercio (con una larga costa y su integración regional) y un sistema de estado de derecho que ofrece predictibilidad a los inversores. Como destacó la comisaria Kerstin Jorna, estos fundamentos son la base para prosperar en un entorno global muy competitivo.

Sin embargo, todos coincidieron en que no bastan las ventajas estructurales, hay que mejorar el entorno empresarial. La Directora Ejecutiva de la patronal ACEA subrayó que reducir costes regulatorios y burocráticos es esencial para que la industria europea siga siendo atractiva. Esto se traduce en políticas como la Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial, la revisión de la regulación para pymes y midcaps y la simplificación del mercado único.

Además, la escasez de materias primas y los elevados precios energéticos de la UE se señalaron como debilidades urgentes a abordar. Por ejemplo, informes recientes muestran que los precios industriales de la energía en Europa pueden duplicarse o triplicarse frente a EE. UU. o China. Todos coincidieron en pedir pragmatismo político, adaptar regulaciones para evitar debilitar a la industria.

Innovación, digitalización y talento

El evento puso de relieve la urgencia de acelerar la transformación digital y abordar la creciente escasez de talento, dos desafíos que convergen en un momento clave para Europa. La UE se enfrenta a una combinación de presiones demográficas y tecnológicas sin precedentes. Se estima que, para 2030, habrá 300 millones más de personas mayores de 65 años en comparación con 2014, lo que tensionará los sistemas sociales y aumentará significativamente la demanda de servicios. Paralelamente, la automatización y la inteligencia artificial transformarán radicalmente el mercado laboral: entre 75 y 375 millones de trabajadores en todo el mundo necesitarán adquirir nuevas competencias para adaptarse a esta realidad. En este contexto, Europa debe actuar con determinación si quiere mantener una base industrial sólida y competitiva.

Varios ponentes hicieron hincapié en el rol de la robótica avanzada y la inteligencia artificial como solución al déficit de mano de obra y a la caída de productividad. Como explicó el CEO de Neura Robotics, David Reger, la robótica supone “revivir” a la industria manufacturera en términos de eficiencia. Asegura que países como China ya están apostando con fuerza por la incorporación de robots humanoides en sus fábricas, con objetivos muy ambiciosos: para 2030, prevén que estos representen al menos el 5 % de su fuerza laboral. Europa necesita fijarse objetivos claros y actuar de forma coordinada (a través de inversión pública-privada y acuerdos estratégicos) si quiere liderar este sector emergente.

Para lograr todo esto es imprescindible formar y reciclar al talento. La presidenta de ACEA subrayó la urgencia del upskilling y reskilling de la fuerza laboral, de modo que los trabajadores europeos puedan asumir tareas digitales y de I+D avanzadas. Los ponentes coincidieron en que no es suficiente con atraer empresas, también hay que asegurarse de que haya capital humano capacitado, lo que implica reforzar la educación STEM con espíritu emprendedor (por ejemplo, integrando formación emprendedora en todo tipo de carreras universitarias)

Transición verde e industrias limpias

La lucha contra el cambio climático fue transversal en todas las sesiones. Los participantes insistieron en acelerar la descarbonización industrial sin sacrificar competitividad. La UE se ha fijado la neutralidad climática, pero ello exige crear mercados maduros para tecnologías limpias. Como señaló Séjourné, su objetivo es acelerar leyes que consoliden a la UE como un líder en clean tech y apoyen la inversión en I+D verde.

Sin embargo, se advirtió que los elevados costes energéticos, elevados impuestos verdes y la excesiva burocracia pueden penalizar a las industrias intensivas en energía, como la siderurgia o el sector químico. El presidente de PGE, principal eléctrica de Polonia, alertó que en algunos países de la UE la carga fiscal sobre el sector eléctrico puede alcanzar los 5.000 millones de euros anuales. Esta presión fiscal, única en su forma y magnitud en el contexto global, está llevando a muchas empresas a relocalizar su producción en países donde la energía es más asequible y las cargas regulatorias son menores.

En sus palabras: “Si no hacemos más competitiva la economía europea en producción, estaremos perdidos porque no tendremos bienes para comerciar”. En línea con esto, se pidió un punto medio pragmático: impulsar descarbonización, pero calibrando las regulaciones para no ahogar la producción industrial.

Mercados, inversores y emprendimiento

Otro eje central fue cómo convertir el Mercado Único Europeo en polo de inversión y emprendimiento. Varios ponentes afirmaron que Europa necesita crear nuevos mercados en lugar de perseguir los ya saturados. Gran parte de la innovación proviene hoy de mercados emergentes en los que la EU debe apostar. En este sentido, se habló de fomentar sectores donde Europa ya tiene ventajas, como la logística marítima, en el que cinco de las mayores empresas globales son europeas.

Por su parte, la Comisión Europea avanzó su intención de presentar pronto una nueva estrategia del Mercado Único que abordará la simplificación administrativa, eliminará barreras regulatorias y reforzará la financiación (especialmente para pymes y ETIs (Empresas de Tamaño Intermedio). En las sesiones se comentó la vigencia de los Informes Draghi y Letta y la necesidad de intensificar urgentemente el diálogo con empresas para asegurar que las normativas resulten ágiles y alineadas con la realidad empresarial.

Simplificación del mercado único

Varios paneles insistieron en que el mercado único europeo aún no está plenamente implementado en la práctica. Se aludió a obstáculos concretos: por ejemplo, diferencias entre etiquetados o normas de envasado entre países o trámites aduaneros internos. Esto complica la actividad de cadenas de valor paneuropeas y encarece los costes de producción.

En síntesis, se reclamó a los gobiernos y a la UE una mayor coherencia normativa. En general, se pidió al ejecutivo comunitario implementar completamente los principios de libre circulación y coordinar los ministerios nacionales para que las empresas no deban negociar cientos de excepciones distintas en cada frontera regional.

Industria de defensa y seguridad

Durante la jornada también se abordó la cuestión de la defensa europea en el contexto de la guerra en Ucrania. El comisario Andrius Kubilius utilizó una metáfora para describir la situación: “Europa afronta una tormenta perfecta en materia de seguridad”. Subrayó que Rusia mantiene su ofensiva en Ucrania, mientras que las vías diplomáticas aún no logran resultados significativos, y señaló posibles cambios en el nivel de compromiso militar de Estados Unidos. El mensaje principal fue la necesidad de que Europa se prepare ante un entorno geopolítico más incierto, reforzando sus capacidades de defensa y aumentando la inversión estratégica en este ámbito.

De hecho, Kubilius recordó que el Informe Draghi concluye que “los sectores de defensa y espacio son unos de los más determinantes para economías altamente competitivas”. En este sentido, reforzar nuestra industria de defensa también sirve para dinamizar la industria civil: equipos militares, municiones, drones y tecnologías duales son mercados en auge. Se anunció el programa europeo Rearm EU, con miles de millones dedicados a modernización militar, y el desarrollo de proyectos de interés común para impulsarla.

Unidad y urgenica

En conjunto, los Industry Days dejaron la sensación de unidad y urgencia. Varios ponentes destacaron que, ante el reto existencial actual, la única vía es “WE”. Las jornadas dejaron claro que la reindustrialización europea debe ir acompañada de una profunda modernización del marco político-económico. Europa parte de una base sólida, pero se enfrenta a una competencia feroz, aun así, las soluciones están identificadas. El reto es enorme, pero hay consenso en dos palabras “trabajar juntos”.